¡Jubilados, limpien los vasos que yacen en el sofá!
🔺 ¿Qué es la presión arterial?
La presión arterial es una medida de la fuerza que pone la sangre en las paredes de las arterias cuando late el corazón. Esta fuerza varía a lo largo del día, dependiendo de la actividad física, el efecto de algunos alimentos, los medicamentos que consume, entre otros.
Las mediciones de la presión arterial se expresan como dos valores, un número mayor, denominado presión arterial sistólica, y un número menor, presión arterial diastólica. Los dos números se suelen escribir separados por el signo "/". La unidad de medida de la presión arterial es el milímetro de mercurio (abreviado mmHg). Por ejemplo: 120 / 80 mmHg.
La presión arterial normal en adultos no debe exceder los 120/80 mmHg. Cuando está entre 120/80 mmHg y 140/90 mmHg se dice que la persona tiene “prehipertensión” o “presión normal alta”. Cuando la presión arterial está por encima de 140/90 mmHg, se considera que la persona tiene presión arterial alta.
🔺 ¿Quién tiene mayor riesgo de presión arterial alta?
Las personas que a menudo desarrollan presión arterial alta son:
- Mayores de 35 años.
- Personas con sobrepeso.
- Los que no hacen ejercicio regularmente.
- Personas con familiares que hayan padecido hipertensión arterial.
- Fumadores habituales.
Si tiene uno o más de estos rasgos, es aún más importante conocer los valores de su presión arterial. Tu médico te indicará los pasos a seguir según los valores que encuentre.
🔺¿Cómo prevenir la hipertensión arterial?
En la mayoría de las personas, la presión arterial alta se puede prevenir reduciendo el consumo de sal (sodio) en la dieta diaria; mantener actividad física regular (de tres a cinco veces por semana, al menos dos horas y media); y tener el peso corporal adecuado para todos.
🔺 ¿Cómo sabes si tienes presión arterial alta?
La única forma de diagnosticar la hipertensión es midiendo su presión arterial. Esto se hace mediante el uso de varios instrumentos llamados tensómetros. Un profesional de la salud lo hará por usted.
Si está entre 140 y 160 (primer número o presión sistólica) o entre 90 y 100 (segundo número o presión diastólica), probablemente su médico necesite un mayor número de mediciones, por ejemplo en casa, con un tensiómetro automático. Permite programación múltiple durante el día o la noche. De esta manera, su médico puede asegurarse de que su presión arterial esté en el nivel correcto.
🔺¿La hipertensión arterial genera algún síntoma específico?
A veces, la presión arterial alta causa síntomas como dolores de cabeza, dificultad para respirar, mareos, dolor en el pecho, palpitaciones y secreción nasal. Sin embargo, la mayoría de los pacientes hipertensos no presentan síntomas.
🔺¿Qué cambios en el estilo de vida debe hacer una persona con hipertensión arterial?
Si se detecta hipertensión, hay una serie de medidas que ayudarán a bajar la presión arterial. Estos son:
- Utilizar dietas encaminadas a la reducción de peso en personas con sobrepeso.
- Reducir la cantidad de sal (sodio) en la dieta.
- Mantener actividad física regular (entre 3 y 5 veces por semana, al menos dos horas y media).
- Reducir la cantidad de alcohol en personas con consumo excesivo (más de una copa a la semana en mujeres o dos copas a la semana en hombres).
Un recurso adicional con estas medidas es el uso de medicamentos para bajar la presión arterial. Existe una amplia gama de estos medicamentos (conocidos como anti-hipoterapia) y de hecho la mayoría de las personas con hipertensión requieren tomar una combinación para controlar su presión arterial y así reducir el riesgo de complicaciones. Su médico elegirá el mejor fármaco o combinación de fármacos según sus propias características.
🔺¿No controlar la enfermedad que le puede pasar a alguien con presión arterial alta?
Un buen control de la presión arterial requiere que participe activamente en el proceso. Las consultas médicas de seguimiento te ayudarán a resolver dudas y encontrar la mejor manera de alcanzar tus objetivos con tu médico.
Cuanto mayor sea la presión arterial, mayor será el riesgo de daño al corazón y los vasos sanguíneos de los órganos principales, como el cerebro y los riñones.
Las consecuencias para la salud de la hipertensión pueden verse agravadas por otros factores que aumentan las posibilidades de sufrir un ataque cardíaco, un derrame cerebral o insuficiencia renal. Estos incluyen el consumo de tabaco, la dieta poco saludable, el consumo nocivo de alcohol, la inactividad física y la exposición a estrés permanente, así como la obesidad, el colesterol alto y la diabetes mellitus.